jueves, 27 de mayo de 2010
Carrero Blanco
Su asesinato: la «Operación Ogro»
«Operación Ogro» es el nombre en clave con el que ETA denominó a este magnicidio. Los miembros de ETA se desplazaron hasta Madrid y alquilaron un semisótano en el número 104 de la calle Claudio Coello; a partir de allí excavaron un túnel hasta el centro de la calzada, donde colocaron cerca de 100 kilogramos de Goma-2 que hicieron explotar el 20 de diciembre de 1973 al paso del coche de Carrero Blanco, quince minutos antes del inicio del juicio contra diez miembros del entonces sindicato clandestino Comisiones Obreras, conocido como «Proceso 1001».
La explosión, que acabó con la vida de Carrero Blanco, fue tan violenta que el coche voló por los aires y cayó en la azotea de un edificio anexo a la iglesia donde había asistido a misa momentos antes. Su hija Ángeles, que siempre lo acompañaba, no lo hizo ese día, lo cual evitó más muertes. También fallecieron otras dos personas, el inspector de Policía, José Antonio Bueno Fernández, y el conductor del vehículo, José Luis Pérez Mogena.
Carrero Blanco, pese a haber sido advertido de la posibilidad de sufrir un atentado se negó a aumentar sus escasas medidas de seguridad; su horario de colegio y sus itinerarios eran invariables y el coche en el que se desplazaba no estaba blindado.
El objetivo del atentado, según indicaba el comunicado en el que ETA asumía su autoría, era intensificar las divisiones entonces existentes en el seno del régimen franquista entre los «aperturistas» y los «puristas». Según declaraciones posteriores de uno de los miembros del Comando Txikia, Carrero Blanco era «una pieza fundamental» e «insustituible» del régimen y representaba al «franquismo puro»
Pedro D.M.M.
martes, 11 de mayo de 2010
martes, 4 de mayo de 2010
Asesinato de Robert kennedy
Cuatro horas después de las votaciones en California, Kennedy proclamaba su victoria en las primarias demócratas. Aproximadamente a las 12:15 a.m., se dirigió a sus seguidores en el Salón de los Embajadores del Hotel Ambassador, sito en el distrito Mil-Wilshire de Los Ángeles. El personal de seguridad del senador estaba compuesto únicamente por el agente retirado del FBI William Barry acompañado por dos guardaespaldas no oficiales, ambos ex atletas profesionales. Durante la campaña, Kennedy solía acercarse al público, y las personas intentaban tocarle con frecuencia.
Kennedy tenía planeado caminar a través del salón cuando hubiera acabado su discurso, para dirigirse a otra congregación de seguidores que se hallaban en otro sitio del hotel. Sin embargo, urgidos por la cercanía de los términos electorales, los reporteros exigían una conferencia de prensa. El asistente Fred Dutton decidió entonces obviar la segunda reunión para ir a la conferencia de prensa, debiendo transitar a través de la cocina del hotel y el área de la despensa situada detrás del salón para llegar al área donde aguardaba la prensa. Kennedy finalizó su discurso y comenzó su salida tal cual prevista hasta entonces, cuando William Barry le detuvo y le comunicó "No, ha sido reajustado. Vamos por esta vía". Barry y Dutty comenzaron a despejar el camino para que Kennedy pudiera ir por la izquierda a través de puertas de vaivén hasta la cocina, pero Kennedy, atrapado por la multitud optó por seguir al maître d' Karl Uecker a través de una salida trasera.
Uecker guió a Kennedy a través del área de la cocina, sosteniendo su mano derecha, pero soltándole a menudo pues el senador estrechaba las manos de las personas que encontraba en el camino. Uecker y Kennedy bajaron por un pasadizo que se hacía estrecho por la presencia de una máquina de hielo ubicada en la pared derecha y una mesa de vapor en la izquierda. Kennedy giró a su izquierda y estrechó la mano de Juan Romero mientras Sirhan se bajó de un porta bandejas junto a la máquina de hielo, pasando apresuradamente a Uecker, y comenzó a disparar un arma que posteriormente se identificaría como un revólver calibre 22 Iver-Johnson Cadet.
Una vez que Kennedy cayera al suelo, el encargado de la seguridad Bill Barry golpeó a Sirhan dos veces en el rostro, mientras el maître d' Uecker, Edward Minasian, el escritor George Plimpton, el decatlonista medallista de oro olímpico Rafer Johnson y el jugador de fútbol americano Rosey Grier de conjunto inmovilizaban y desarmaban a Sirhan. Sin embargo éste logró liberarse y tomó nuevamente el revólver, cuyas balas había disparado en su totalidad. Barry se dirigió a Kennedy y colocó su chaqueta bajo la cabeza del candidato; posteriormente rememoraría: "Supe inmediatamente que era un .22, un calibre pequeño, por tanto esperaba que no fuera tan grave, pero entonces me percaté del agujero de bala en la cabeza del senador, y supe". Reporteros y fotógrafos llegaron intempestivamente al lugar, por ambas vías de acceso, contribuyendo al caos. Mientras el cuerpo de Kennedy aún yacía en el suelo Juan Romero le sostuvo la cabeza y colocó un rosario en su mano. Kennedy le interpeló "¿Están todos bien, verdad?" y Romero respondió "Sí, sí, todo va a salir bien". Capturado por el fotógrafo de la revista Life Bill Eppridge y Boris Yaro de Los Angeles Times, este momento se convertiría en la imagen más famosa del suceso.
Ethel Kennedy estaba parada fuera del círculo de personas en la escena, procurando ayuda. Pronto fue conducida al lado de su esposo y se arrodilló a su lado. El volteó la cabeza y dio muestras de reconocerla. Minutos más tarde arribaron los paramédicos y pusieron el cuerpo del senador en una camilla, lo que provocó que el exclamara "No, no". Poco después perdería la conciencia. Fue conducido al Central Receiving Hospital, distante a una milla, llegando en estado pre-agónico. Un doctor le abofeteó en la mejilla, llamándole por su nombre, mientras otro le masajeaba el corazón. De esta forma consiguieron recobrar los latidos cardíacos, y uno de los doctores le alcanzó un estetoscopio a Ethel para que escuchara los latidos, para su tranquilidad. Treinta minutos más tarde Kennedy fue transferido al Hospital The Good Samaritan para practicarle cirugía, la cual comenzó a las 3:12 a.m. del miércoles y se extendió por tres horas y cuarenta minutos. Diez horas y media más tarde, a las 5:30 p.m. del miércoles, el portavoz Frank Mankiewicz anunciaba que los doctores que atendían el caso estaban "preocupados por la continúa falta de mejoría", permaneciendo su condición "extremadamente crítica para la vida".
Kennedy había recibido tres disparos. Una bala, disparada a una distancia de una pulgada (2,54 cm) penetró por detrás de su oreja izquierda, dispersando fragmentos en su cerebro. Las otras dos penetraron por la parte trasera de su axila derecha; una salió por el pecho y la otra se alojó en la parte trasera del cuello. A pesar de la extensa neurocirugía practicada en el Good Samaritan Hospital para remover la bala y fragmentos de hueso del cerebro, Kennedy moriría a la 1:44 a.m., casi 26 horas después de ser baleado. Otras cinco personas recibieron heridas: William Weisel de ABC News, Paul Schrade del sindicato United Auto Workers, la activista del Partido Demócrata Elizabeth Evans, Ira Goldstein de Continental News Service y el voluntario de la campaña Irwin Stroll. Aunque no fue herida físicamente, la cantante Rosemary Clooney sufrió un colapso nervioso poco después, con motivo de haber presenciado el tiroteo en la despensa.
Pedro D.M.M.
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