jueves, 3 de diciembre de 2009

Duelo a garrotazos


Duelo a garrotazos o La riña es una de las Pinturas negras que formaron parte de la decoración de los muros de la casa —llamada la Quinta del Sordo— que Francisco de Goya adquirió en 1819. La obra ocupaba un lugar en el muro de la izquierda mirando desde la puerta de la planta alta de la quinta, compartiendo la pared con Las Parcas y dejando en medio la ventana.
La obra, junto con el resto de las Pinturas negras fue trasladada de revoco a lienzo en 1873 por Salvador Martínez Cubells por encargo de Frederic Émile d’Erlanger,3 un banquero belga, que tenía intención de venderlas en la Exposición Universal de París de 1878. Sin embargo, las obras no atrajeron compradores y él mismo las donó, en 1876, al Museo del Prado, donde actualmente se exponen.
El cuadro presenta a dos villanos luchando a bastonazos en un paraje desolado enterrados hasta las rodillas. Estos duelos se producían en la época al igual que los de caballeros solo que, a diferencia de estos, las armas eran garrotes y carecían de reglas y protocolo: padrinos, cuenta de pasos, elección de armas... Los villanos se enterraban para que no pudieran huir y así, al alba, se apaleaban hasta morir, frecuentemente, los dos combatientes.
Yeffrey Castro Pérez

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