viernes, 19 de junio de 2009

El cerdo ibérico


CRIANZA Y ALIMENTACIÓN
El cerdo ibérico descendiente de sus mediterraneus está adaptado a las difíciles condiciones medio ambientales de la dehesa. Su rusticidad, comportamiento al pastoreo, potencial adipogénico, metabolismo anabólico y desarrollo tardío, le diferencia con características propias de otras razas. Desde el primer momento su alimento lo basa en el consumo de bellotas del bosque mediterráneo, lo que lógicamente significa que a lo largo de su historia ha tenido que ir preparándose y capacitándose para transformar los hidratos de carbono que abundan en la bellota. En estas explotaciones predomina la raza ibérica retinta, que además tiene mayor aceptación en el mercado que la raza ibérica negra, por su bajo tanto por ciento en grasa. Las razas se encuentran más o menos degradadas por la anarquía de los cruzamientos, siendo difícil la selección en raza pura para su utilización racional en cruzamientos industriales, bien en una o en dos etapas.
Lechones destetados aproximadamente entre el 15 y 20 de agosto, a los que se denominan agostones.
Las cerdas de vientre se dedican a la reproducción a partir de 8-10 meses de edad. Tras la 4ª cría, se castran y entran en cebo en montanera.
Los verracos se dedican a la reproducción desde los 10 meses. A los 3-4 años se les castra, para ser cebados en montanera.
El tamaño de camada oscila entre 6 y 8 lechones nacidos vivos, con un promedio de lechones al destete/paridera/hembra de 6'5.
En nuestras dehesas tipo el cerdo ibérico habita fincas de 500 ha., donde consideramos la siguiente estructura:
15 verracos: 11 reproductores más cuatro cebones para la campaña siguiente.
00 cerdas de vientre: 56 reproductores más 44 cerdas de desvieje: cebones para la campaña o montanera siguiente.
650 hierbizos y agostones: 4 para renovar verracos, 44 para renovar cochinas y 602 para vender o cebar en las montaneras siguientes.
Ciclo productivo.
Hierbizos:Tras el aprovechamiento de la hierba, cultivos o pienso de mantenimiento y la 1ª montanera; alcanzan 80-90 kg. de peso vivo.
Pedro Daniel Martín Molina

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