EL SIGLO XVI.
La conquista y colonización de las Canarias centrales corre paralela al Descubrimiento de América. El descubrimiento y la colonización de las Antillas por Colón convirtió a las Canarias en un escenario privilegiado, en un laboratorio experimental. Plantas asiáticas como la caña de azúcar y la platanera desde ellas serían llevadas a Indias.
Técnicos canarios trabajarán en el primer ingenio del Nuevo Continente en Santo Domingo. El ñame africano penetrará desde bien pronto en el ámbito caribeño. Lo mismo ocurrirá con el cerdo, la cabra, el perro y la oveja, que, conducidos desde las Islas, se esparcirán por las Antillas. Las Canarias fueron, por tanto, un intermediario en la difusión de plantas y animales en ambos lados del océano. La papa se aclimatará rápidamente y se conocen desde bien pronto exportaciones hacia Europa. En una fecha tan temprana como 1567 ya eran enviadas a Flandes. En unión del millo transformará la agricultura isleña convirtiéndose en la alimentación por excelencia de las clases bajas de la sociedad. Por su posición y la acción de los vientos alisios se convirtió en el paso obligado para las Indias.
Los canarios participarían en la conquista como expertos guías. Entre 1492 y 1506 al menos 12 de las mayores expediciones hacen escala en La Gomera o Tenerife. Entre ellas las de los mayores nombres de la conquista como Colón, Ojeda, Vespuccio, Pedrarias, La Cosa, Yáñez u Ovando. Las Canarias tienen el privilegio de comerciar con Indias desde los comienzos de la colonización del Nuevo Mundo. Una Real Orden de 1511 simplemente especifica que los canarios parten solamente con la autorización del capitán del navío.
De esa forma, canarios o residentes en Canarias se convierten en parte integrante de las expediciones de conquista y colonización, como la de Pedro de Mendoza en la fundación de Buenos Aires en 1535 o la de Pedro Fernández de Lugo para la conquista de Santa Marta en Colombia y otras. Sin embargo no podemos hablar de emigración canaria en sentido estricto, pero sí como una base para el traslado al Nuevo Mundo sin los severos controles del monopolio sevillano. En el siglo XVI Santo Domingo primero y La Habana después son los principales destinos canarios. De forma lenta se irá desarrollando un movimiento migratorio de comerciantes y de agricultores.
Alejandro
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